Parece ser que Richard Avedon no hablaba con sus modelos durante las sesiones fotográficas.
Un asistente les colocaba sobre una señal en el suelo frente a una enorme cámara de 8x10 pulgadas previamente enfocada a esa distancia.
Avedon durante toda la sesión se paseaba por la sala con un largo disparador y la mirada fija en el modelo.
Cada vez que disparaba el asistente cambiaba la placa y el fotografo reanudaba la observación.
Supongo que esta forma de trabajo no podría practicarla en todas las circunstancias.
Siempre que veo esta Marilyn me emociono.
Ahora me pregunto si esta foto la consiguió siguiendo ese método.
Y me interesa, sobre todo, por la tensión de las miradas entre el fotografo, la modelo y el espectador.
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